martes, 6 de noviembre de 2012

LECHE DE ALMENDRAS

Las proteínas de origen animal contienen exceso de purinas que sobrecargan las labores del hígado y el riñón, ocasionando entre otras cosas toxinas innecesarias, problemas a la piel y, el sistema linfático al recoger las sustancias nocivas acerca los problemas asociados al cáncer y diversas enfermedades degenerativas.
La leche de almendras constituyen una buena opción tanto para la nutrición infantil, como un nutrición sana para la salud en general.
 En la nutrición infantil y en la adolescencia proporciona el calcio y proteínas necesarias para el crecimiento y desarrollo integral. Para los ancianos o tercera edad es de elección.
Para prepararla dejar en remojo durante la noche, al día siguiente se pelan quitándoles la pielcita que las cubre y se licuan con agua. Dependiendo del gusto bastarán unas 15 almendras por vaso. Luego se cuela y se toma. El residuo puede utilizarse en guisos o sopas.
Puede ser tanto con agua fría como tibia. No debes tostar las almendras para conservar todos sus nutrientes en buen estado.
Es muy eficaz para los problemas de colesterol o triglicéridos altos.
Es de muy fácil digestión. Para las alergias alimentarias producidas por la leche de vaca es una excelente alternativa.  Es muy rica en potasio previniendo los calambres, agotamiento o dolores musculares.
Protege contra la osteoporosis ya que tiene un equilibrio ideal entre el calcio y fósforo. Es muy rica en aceite linoleico que protege contra las enfermedades cardiovasculares.
Es rica tanto en fibras solubles como insolubles, mejorando por lo tanto la digestión y evacuación de los alimentos. Igualmente en vitamina A, E B1, B2. No sólo es mejor que la leche de vaca sino que es sabrosa y no presenta contraindicaciones. Cámbiate a la nutrición sana.


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