La osteoporosis es una patología caracterizada
por la disminución de la masa ósea, donde el hueso se vuelve más poroso y en
consecuencia más frágil, existiendo así una gran predisposición a sufrir
fracturas.
La aparición de esta enfermedad depende de
varios factores, entre ellos, el aumento de la pérdida de la masa ósea
relacionada con la edad, un mal funcionamiento de las glándulas paratiroides,
una deficiente absorción intestinal de calcio, fósforo y otros minerales,
déficit de vitamina D, la menopausia, factores ambientales como el tabaco, el
consumo excesivo de alcohol, la falta de ejercicio y principalmente la
acidificación de la sangre debida a una alimentación inadecuada.
El exceso de ácido en la dieta provoca que el
cuerpo extraiga el calcio y otros minerales alcalinos del esqueleto para
utilizarlo en otras funciones y para contrarrestar el pH ácido de la sangre.
Esto último demuestra que la osteoporosis no tiene relación con la ausencia de
calcio en la dieta, de ser así las personas afectadas serían aquellas que han
dejado de consumir lácteos abruptamente o que no los incluyen en su
alimentación, lo cual no es cierto. Por
esta misma razón es que carece de efectividad el tratamiento que suele
indicarse con calcio inorgánico, además
su consumo produce un desplazamiento en los huesos de fósforo y magnesio,
minerales indispensables para la salud de los mismos, la consecuencia de esto
es que la masa ósea sigue perdiendo densidad, mientras tanto cantidades
abundantes de calcio inorgánico circulan en sangre generando riesgos de
trombosis, calcificaciones en las arterias y cálculos renales.
Existen estudios científicos que demuestran
que en Estados Unidos, cuya población es consumidora compulsiva de lácteos, el
porcentaje de osteoporosis es superior que en otros países. Otros estudios
demuestran que ingiriendo 75 gr diarios de proteína láctea (caseína) se elimina
más calcio en orina que aquel que se absorbe a través de la dieta.
Que el mito de los productos lácteos relacionado
con el calcio y la osteoporosis sobreviva se debe sin duda a las presiones
publicitarias.
¿Cómo trata entonces la Medicina Naturista
esta enfermedad? Primeramente desde una alimentación alcalina, contrarrestando
los ácidos que llevan a la pérdida de minerales en los huesos, y proveyendo
también los nutrientes necesarios tanto a través de una dieta equilibrada como
de la ingesta de ciertos suplementos dietarios.
No obstante es indispensable recordar que la
Medicina Naturista no trata las enfermedades sino a los enfermos, teniendo en
cuenta cuerpo, mente y alma, porque de no ser así no habría sanación posible.
La osteoporosis no tiene por qué ser una
consecuencia inevitable del proceso de envejecimiento, sino que está provocada
por errores cometidos durante muchos años, y es sobre esos errores que debemos
actuar.