lunes, 18 de marzo de 2013

MITOS Y VERDADES SOBRE LA OSTEOPOROSIS


La osteoporosis es una patología caracterizada por la disminución de la masa ósea, donde el hueso se vuelve más poroso y en consecuencia más frágil, existiendo así una gran predisposición a sufrir fracturas.

La aparición de esta enfermedad depende de varios factores, entre ellos, el aumento de la pérdida de la masa ósea relacionada con la edad, un mal funcionamiento de las glándulas paratiroides, una deficiente absorción intestinal de calcio, fósforo y otros minerales, déficit de vitamina D, la menopausia, factores ambientales como el tabaco, el consumo excesivo de alcohol, la falta de ejercicio y principalmente la acidificación de la sangre debida a una alimentación inadecuada.

El exceso de ácido en la dieta provoca que el cuerpo extraiga el calcio y otros minerales alcalinos del esqueleto para utilizarlo en otras funciones y para contrarrestar el pH ácido de la sangre. Esto último demuestra que la osteoporosis no tiene relación con la ausencia de calcio en la dieta, de ser así las personas afectadas serían aquellas que han dejado de consumir lácteos abruptamente o que no los incluyen en su alimentación, lo cual no es cierto.  Por esta misma razón es que carece de efectividad el tratamiento que suele indicarse con calcio inorgánico,  además su consumo produce un desplazamiento en los huesos de fósforo y magnesio, minerales indispensables para la salud de los mismos, la consecuencia de esto es que la masa ósea sigue perdiendo densidad, mientras tanto cantidades abundantes de calcio inorgánico circulan en sangre generando riesgos de trombosis, calcificaciones en las arterias y cálculos renales.

Existen estudios científicos que demuestran que en Estados Unidos, cuya población es consumidora compulsiva de lácteos, el porcentaje de osteoporosis es superior que en otros países. Otros estudios demuestran que ingiriendo 75 gr diarios de proteína láctea (caseína) se elimina más calcio en orina que aquel que se absorbe a través de la dieta.

Que el mito de los productos lácteos relacionado con el calcio y la osteoporosis sobreviva se debe sin duda a las presiones publicitarias.

¿Cómo trata entonces la Medicina Naturista esta enfermedad? Primeramente desde una alimentación alcalina, contrarrestando los ácidos que llevan a la pérdida de minerales en los huesos, y proveyendo también los nutrientes necesarios tanto a través de una dieta equilibrada como de la ingesta de ciertos suplementos dietarios.

No obstante es indispensable recordar que la Medicina Naturista no trata las enfermedades sino a los enfermos, teniendo en cuenta cuerpo, mente y alma, porque de no ser así no habría sanación posible.

La osteoporosis no tiene por qué ser una consecuencia inevitable del proceso de envejecimiento, sino que está provocada por errores cometidos durante muchos años, y es sobre esos errores que debemos actuar.     

ENVEJECIMIENTO SALUDABLE



El envejecimiento es un proceso natural y fisiológico que responde a múltiples factores, y es caracterizado por una declinación progresiva de la capacidad funcional en todos los tejidos y órganos de nuestro cuerpo, donde existe una mayor predisposición a padecer enfermedades, ya sea infecciosas, degenerativas o autoinmunes.

La etapa de desarrollo y maduración de casi todos los órganos ocurre entre el nacimiento hasta alrededor de los 25 años de edad, a partir de ese momento se considera el inicio del proceso de envejecimiento, ocurriendo también una disminución en la vitalidad, esto está dado en parte por el comienzo de la declinación hormonal.

Existe en la actualidad una importante cantidad de personas que pasando los 65 años de edad padecen enfermedades discapacitantes, como la enfermedad de Alzheimer, el mal de Parkinson, los accidentes cerebro-vasculares, la osteoporosis, la diabetes, además de una innumerable lista de problemas que están directamente relacionados con la vejez.

Hay diversas teorías que buscan interpretar cómo y por qué ocurre el proceso de envejecimiento, una de las más aceptadas es la teoría de los radicales libres. Estas moléculas son fabricadas por nuestro organismo, y en cantidades moderadas nos sirven para luchar contra virus y bacterias, pero al mismo tiempo destruyen nuestras propias células provocando importantes daños.

Otras fuentes de radicales libres son también los rayos ultravioletas (provenientes del sol), los contaminantes ambientales como insecticidas, aditivos químicos en los alimentos procesados, cigarrillo, medicamentos, grasas trans, alcoholismo, entre otros.

Existen cientos de enfermedades donde los radicales libres están involucrados, entre ellos enfermedades cardiovasculares, cataratas, artrosis, cáncer, diabetes, ateroesclerosis, Alzheimer, mal de Parkinson, etc.

El exceso de radicales libres se neutraliza gracias a las defensas naturales de nuestro cuerpo, estas son ciertas enzimas como la catalasa, dismutasa, glutatión peroxidasa. Si la concentración de estas enzimas no es suficiente  hay sustancias que incorporamos a través de la dieta o en forma de suplementos que se encargan de contrarrestarlos, pero si la balanza sigue estando a favor de los radicales libres, los daños que se producen por oxidación llevan al envejecimiento prematuro y a la aparición de enfermedades.

Algo que también se afecta durante el proceso de envejecimiento es el funcionamiento del sistema endócrino con su correspondiente formación de hormonas.

A esto corresponde la menopausia en la mujer y la andropausia en el hombre, también se relaciona con la diabetes y el hipotiroidismo.

Un balance hormonal adecuado  es necesario para  un correcto funcionamiento del organismo. Muchos investigadores actualmente promueven que no es que el proceso de envejecimiento trae aparejado la declinación hormonal, sino que es la disminución de las hormonas lo que produce el envejecimiento.

Cómo prevenir entonces los daños y enfermedades que se producen en el organismo a través del proceso de envejecimiento?

Si hablamos de los radicales libres, la forma de combatir el estrés oxidativo que producen es a través de una dieta rica en alimentos que contengan sustancias antioxidantes, como por ejemplo frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, semillas, frutos secos, todos ellos son ricos en vitaminas, minerales, oligoelementos y ácidos grasos que van a contrarrestar la oxidación celular, la administración de suplementos debe ser personalizada de acuerdo a lo que cada persona necesite.

En cuanto a la declinación hormonal y los problema que esto conlleva, existe una terapia de reemplazo con hormonas de origen natural derivadas de plantas, llamadas hormonas bioidénticas, que producen los mismos efectos y siguen las mismas vías metabólicas que las hormonas generadas por el propio organismo, estas regulan un balance hormonal óptimo para el organismo, no produciendo efectos adversos y logrando importantes mejorías en la calidad de vida.

En conclusión podemos decir que hoy poseemos numerosos conocimientos sobre el proceso de envejecimiento y las medidas terapéuticas enfocadas en mejorar la calidad de vida, evitando así la llegada de enfermedades relacionadas con este proceso, teniendo como objetivo un envejecimiento saludable.

 

ENFOQUE NATURISTA EN EL TRATAMIENTO DE LA DIABETES



La diabetes mellitus es una enfermedad causada por una producción insuficiente de insulina por parte del páncreas o por resistencia a la misma (un inadecuado transporte de la glucosa circulante en sangre al interior de las células, función que depende de la insulina) o por ambas causas.

Al producirse alguna de estas dos fallas se origina un aumento excesivo de la glucosa o azúcar contenida en la sangre (hiperglucemia), esto define dos tipos de diabetes:

Diabetes tipo 1 o insulino dependiente

Se caracteriza por la destrucción de las células beta del páncreas, lo que con el tiempo lleva a la falta total de insulina, si bien este tipo de diabetes puede ocurrir a cualquier edad aparece con mayor frecuencia en niños o antes de los 30 años de edad.

Existen dos subgrupos dentro de la diabetes tipo 1:

a)      Diabetes autoinmune: la destrucción de las células beta (productoras de insulina) es a través de anticuerpos que actúan en contra de ellas, se da en personas genéticamente predispuestas, aunque los factores genéticos por si solos no son suficientes para causar la enfermedad, sino que se necesitan factores ambientales.

b)      Diabetes idiopática: no tiene asociación con la presencia de anticuerpos, es de causa desconocida.

Diabetes tipo 2

Generalmente se presenta en la edad adulta, aunque actualmente suele presentarse también en adolescentes y adultos jóvenes debido a las altas tasas de obesidad.

En este tipo de diabetes la hiperglucemia se produce debido a que la glucosa presente en la sangre no puede entrar en las células con el fin de ser almacenada para obtener energía, lo que se llama insulino resistencia.

Decimos que una persona padece diabetes cuando el valor de la glucemia en ayunas es mayor a 126 mg/dl midiéndola en dos oportunidades diferentes. Otra forma de diagnóstico es realizando la prueba de tolerancia oral a la glucosa, la persona tiene diabetes cuando el nivel de la glucemia es superior a 200mg/dl luego de 2hs de haber tomado una bebida con glucosa, otro método es medir la hemoglobina glicosilada (Hb A1c), habrá diabetes cuando su valor es igual o superior a 6,5%.

Este último caso muestra que ha habido un valor elevado en la glucemia durante los 120 últimos días, provocando que la glucosa se una en forma irreversible a la hemoglobina presente en los glóbulos rojos y también a otras proteínas, proceso llamado glicosilación no enzimática o glicación. Este proceso es causante de varias de las complicaciones  que se producen en personas que padecen diabetes, como  ejemplos podemos citar cataratas, retinopatía diabética (problemas en la retina que puede derivar en ceguera), hipertensión arterial, pérdida  de movilidad en las articulaciones, ateroesclerosis, problemas cardiovasculares, afecciones renales, pié diabético (con riesgo de amputación) etc.

 Normas terapéuticas que ofrece la medicina naturista para el tratamiento de la diabetes mellitus

·         Cambiar la actitud mental ante la enfermedad, sabiendo que si la persona se lo propone puede lograr controlar completamente su glucemia y evitar todas las complicaciones que pudieran desencadenarse.

·         Fundamental la actividad física, caminar no menos de cuarenta cuadras diarias o practicar diariamente ejercicios físicos o actividades deportivas no competitivas ni extenuantes.

·         Es importante evitar los hidratos de carbono de alto índice glucémico como el azúcar, ya sea blanca, negra o integral (utilizar como endulzante stevia o yerba dulce, reemplaza a los edulcorantes químicos que conviene evitar), la harina blanca, arroz blanco, optar por hidratos de carbono de absorción lenta como los cereales integrales: arroz integral, mijo pelado, trigo entero, trigo burgol, cebada perlada, quinoa, entre otros, también consumir frutas frescas y disecadas como las pasas de uva (muy ricas en antocianósidos, sustancias protectoras de la visión, al igual que los arándanos), frutas secas como almendras, nueces, también semillas.

·         Ensaladas crudas de todo tipo, siendo muy importantes el repollo colorado y la cebolla morada dado que contienen quercetina, un potente antioxidante con poder hipoglucemiante (desciende la glucemia).

Estas son solo algunas pautas a tener en cuenta.

Para evitar la glicación mencionada más arriba podemos agregar un gramo de vitamina C por día, vitamina B6 entre otras varias sustancias.

 Recordemos que el objetivo siempre será equilibrar a la persona en forma completa, viendo el todo, no las partes.  Las normas terapéuticas mencionadas son solo pautas generales pero  los tratamientos son personalizados de acuerdo a las características de cada individuo.

Dra. Iris Juliano