La belleza es la forma tangible de la salud.
La piel, esa envoltura protectora de nuestro cuerpo, que representa el mayor órgano funcional del ser humano, mantiene en equilibrio la temperatura corporal y realiza la excreción de sustancias tóxicas a través del sudor, entre otras varias funciones, debe mantenerse siempre limpia, empleando los medios que correesponde a la particularidad de cada persona, siempre sin agredirla ni lastimarla.
La cosmética industrial tiene su discurso: "nutra, humecte, hidrate su piel, use cremas con vitaminas y hormonas (esteroides), colágeno, elastina e infinidad de sustancias", sustancias a las que se les atribuyen cualidades en gran parte equivocadas, porque no hay comprobaciones científicas que esos efectos puedan lograrse a través de la utilización de agentes externos. En general estos son elementos regenerativos que todos poseemos en nuestro organismo, y logramos estimular su formación y regeneración a través de una adecuada higiene, automasaje con gimnasia facial, mediante la utilización de productos naturales que hacen que nuestra piel se nutra, se humecte, se hidrate, se proteinice y vitaminice por si misma al normalizar su metabolismo.
El cuidado de la belleza es un arte y éste fué siempre simple.
La naturaleza y sus fuentes creadoras nos dan todos los medios para adquirirla, conservarla y aumentarla.
Terapeuta Belén Marzoli
miércoles, 2 de junio de 2010
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